Como en todo en la vida, la planificación es importante. El COVID nos ha trastocado muchos planes, pero eso no nos ha hecho venirnos abajo. Es más, si nos paramos a pensar, muchas veces otras circunstancias nos trastocaron y seguimos pensando en positivo. Por eso, la planificación AÚN es importante.
La planificación es, según la R.A.E, «Plan general, metódicamente organizado y frecuentemente de gran amplitud, para obtener un objetivo determinado, tal como el desarrollo armónico de una ciudad, el desarrollo económico, la investigación científica, el funcionamiento de una industria, etc.»
Por tanto, planificar se trata de echarle tiempo a algo que queremos hacer, que implica nuestro tiempo futuro y con lo que buscamos un objetivo. Entrenar, diariamente en muchos casos, durante un año para poder llegar a tono a la prueba elegida, creo que es un proyecto lo suficientemente importante como para pararnos a pensar durante un tiempo en cómo llegar a buen puerto.
Muchas veces nos venimos abajo porque pensamos en todas las modificaciones que hacemos o en lo que va surgiendo cada día. Pero a la hora de la verdad, no surge tanto ni tan variado como para realmente dejarnos fuera de juego. Será un escalón más a solventar en el camino. Este año, igual que 2020, puede ser que la ausencia de competiciones en algunos casos también te quiten las ganas de ponerte a planificar. Pero, puedes pensar en objetivos no competitivos y buscar mejorar otros aspectos del desarrollo deportivo. De hecho, es un grandísimo momento para hacer esto que en otras circunstancias dejarías de lado. Y lo que está claro es que las planificaciones no están pensadas para llevarlas a cabo al dedillo… si no sería muuuuy fácil. Y si fuera tan fácil se llamaría… (poned vosotros el nombre jaja)

Imagen de yogesh more en Pixabay
Uno de mis referentes en el entrenamiento siempre me dijo que, entrenar es el arte de adaptar. Y es que luego, el día a día de un entrenador supone adaptar lo planificado a las circunstancias, pero primero hay que marcar una hoja de ruta. Si llegamos a la sesión habiendo planificado tenemos una perspectiva amplia de lo que queremos conseguir, de dónde venimos y hacia dónde vamos. De esa manera, la adaptación será acorde al trabajo realizado previamente y seguirá en la línea.
Puedes usar el formato que mejor conozcas y controles. No tiene porque ser un sistema informático, puede estar escrito a mano y seguir las pautas que tú como profesional creas conveniente, pero el hecho de ponerse a pensar en lo que viene y cómo conseguir los objetivos es básico como buen profesional.
Ten estos puntos en cuenta a la hora de ponerte a ello:
- Establece un lugar cómodo para realizar la planificación
- Dedícale el tiempo necesario. No siempre se consigue en una tarde (bueno, creo que nunca)
- Establece objetivos de temporada SMART y en conjunto con tus deportistas. (Recuerda Simple, Medible, Accesible, Retador y Tiempo)
- Piensa en las características individuales de tus deportistas para trazar el plan. Será genérico pero es bueno tener en cuenta las individualidades de antemano.
- Marca fechas de los objetivos principales y secundarios. Casi siempre va a ser el punto de partida.
- Prepárate para lo que pueda venir. No cierres todo a cal y canto. Puedes pensar que la semana 20 es ideal para hacer 500km en bici pero… la semana 20 a lo mejor no piensa lo mismo. Ten en cuenta Plan B, C, D…
- Deja todo por escrito, ya sea a mano o por ordenador.
Dependiendo de tu deporte, estarás en un momento u otro de la temporada, pero también es bueno pararse a reformular objetivos y revisar la planificación en mitad de la temporada. Y, también es divertido! Porque ponerse a pensar cómo vamos a conseguir alcanzar nuestros retos es super motivante. ¡Planifica y disfruta!

Sueños de 2021